tips salvadores




Esta publicación es con la idea de compartir los life hacks que me sirvieron cuando viajé, cosas sencillas que me facilitaron pila la vida y que pienso seguir utilizando.


Descargar mapas


Se pueden descargar ciudades o países dentro de la app de Google Maps. Entrar a mapas sin conexión y seleccionar la zona que se quiere guardar.Todo lo que hayas marcado con estrellita o lugares de interés te van a aparecer sin problema.


La app los guarda por 22 días aprox, por eso, si los bajas con tiempo tenés que actualizarlos antes de salir de viaje.


Algo que puede ser una pavada pero a veces no se tiene en cuenta, es que usar las “estrellitas” en el mapa te pueden salvar la cabeza cuando estás apurado o para recordar fácilmente donde está el hotel.



Hacer croquis de los trayectos cortos

Algo que al principio me pareció muy antiguo, es dibujar un croquis de como llegar desde la estación más cercana al alojamiento que alquilaste. Puede ser que la primer noche entre tanta foto te quedes sin batería, o que no entiendas para donde queda esa calle que te dice el Maps. Yo los hice bien chiquitos en una libreta que nunca soltaba, le podes poner indicaciones o referencias que viste en Street View.

Por ejemplo: “En la esquina hay un bazar que venden macetas”



Comer barato


En mi post sobre Londres ya comenté esto pero es re importante saber que se puede comer barato en cualquier ciudad (en Londres era facilísimo y eso que tiene fama de ser cara). La posta es comprar comida en el supermercado, capaz que por estos lados lo asociamos con comida que tiene gusto a nada o que no es fresca, pero en Europa es lo más. Podés comprar desde una sopa calentita a bocatas o pizzas que salen la mitad que en un bar.

Algunos supermercados van bajando el precio de los alimentos a medida que pasa el día, esto es porque pierden su frescura, pero lo bueno es que comer puede costarte 1,50 euros. Nada



Clasificar con las bolsitas tipo Ziploc 

Los que ya viajaron saben que no se puede llevar cosméticos, perfumes y cremas que superen los 100 ml (cada uno) dentro del equipaje de mano, y que deben colocarse en una bolsa Ziploc. Y como esas bolsas no se compran de a una, siempre te sobra alguna. El tip es clasificar accesorios, ropa interior, medicamentos o trajes de baño en bolsitas separadas, esto ayuda a que sea todo más fácil de encontrar y guardar, ya que el gran amigo nécessaire puede no dar a basto y ser un desastre entre tanta cosita que llevas y vas comprando.

Ni hablar si tenés cosas que se puedan volcar o derretir dentro de la valija

      
imagen: pinterest


Toallas de microfibra

Hay una oferta re amplia de alojamientos en internet, los que elijas van a depender de lo que quieras gastar por noche. Por lo general, los que van de los 50 a los 70 euros por noche, son hoteles bastante sencillos y hasta medios baqueta, pero cuando te hospedas en pleno Barrio Latino no podés pedir mucho por esa plata.

Y en algunos NO HAY TOALLAS, o hay solo una por persona, por eso, la recomendación es llevarte en la valija una toalla de microfibra. Son algo medianamente nuevo, vienen de colores re lindos, son finitas, ideales para meter en cualquier rinconcito y secan (solo hay que apoyarla en la piel, la fricción es rara).

En Uruguay las podes conseguir en Farmashop, San Roque y Si Si




Frasquitos chicos, menores a 100 ml

Como decía en el punto sobre las bolsitas Ziploc, las aerolíneas no dejan que lleves líquidos, cremas o aerosoles mayores a 100 ml en la cabina del avión. En farmacias y bazares podés encontrar un kit de frasquitos transparentes que vienen para facilitar ese punto. 
Peeeeero, si te hospedas en hoteles baqueta, o no tanto, vas a tener que llevarte un poco de shampoo y acondicionador, y seamos sincer@s, el shampoo que dan en los hoteles es lo peor del mundo. Si te dan.



Funda de almohada

Siguiendo la línea de hospedarse en lugares económicos, y que a veces tienen camas que no son de confiar, es recomendable llevarse (al menos) una funda de almohada para poder dormir tranquila sin hacerse la cabeza con “El almohadón de plumas”.



En el avión

La calefacción del avión puede hacer que la piel se reseque bastante, más si el vuelo es de 12 horas aprox. Para evitar que se te raje la piel cuando llegues a destino, podés llevar una crema (no mayor a 100ml) para ir humectando la piel durante el vuelo. 

Lo mismo para los labios, llevate un bálsamo humectante o manteca de cacao. Seguí ese consejo de Marou Rivero y la verdad es que me fue super util, estuve en Europa durante el otoño-invierno y los labios se me secaban un montón.

Olvidate de sacarte selfies si tenés la cara dura de resequedad. Querete.


Si tenés alguno para compartir, contame!



¿Ya leíste los piques de Londres y Amsterdam?




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